CULTURAS Y TRADICIONES DE CAYAMBE
San Pedro de Cayambe, o simplemente Cayambe es una ciudad del noreste de la provincia de Pichincha en Ecuador. Es la cabecera del cantón Cayambe; toma su nombre del volcán Cayambe, al pie de cuya ladera occidental se asienta. Por esta ciudad atraviesa la línea Ecuatorial.
Su población es de 69.744 habitantes, siendo el 57.95 % población urbana y el 42.05 % población rural
Sobre el origen del nombre existen varias teorías. Según el libro Montañas del Sol (ver referencias) el nombre Cayambe proviene del idioma quitu. En esta lengua cay significa joven y bi agua o fuente de la vida. Según Marco Cruz (EC), autor de la mejor guía en castellano de Los Andes ecuatorianos (ver referencia), en cambio, el nombre podría provenir de dos idiomas diferentes: en lengua caranqui kayan significa hielo; en lengua quechua, en cambio, cajan significa lugar alto y frío. [Ver Topónimos y heráldica http://saransig.s5.com]hola hola
TURISMO
En abril y mayo la parroquia de Ayora invita a propios y extraños al lanzamiento de las fiestas.
Las fiestas de Cayambe son muy importantes y reconocidas en todo el Ecuador, comienza a mediados del mes de junio y terminan a inicios de julio, con muchos actos y sobre todo sus toros populares. Es la fiesta de San Pedro, fiesta indígena conocida como Intiraymi en la que se celebra la "Fiesta de la cosecha".
La vestimenta de la gente que participa de las fiestas es: camisa bordada, falda (follera o centro) adornado en sus bordes, fachalina bordada con flecos, alpargatas, gargantillas, sombrero adornado con cintas de colores, careta. Los hombres llevan zamarros (pantalones de piel de cordero o cabra).
En las tradicionales fiestas, hay una gran variedad de platos típicos, pero el más conocido es el que se sirve mote con papas, acompañado con una salsa de maní y en donde no falte el cuy asado. Además del manjar de leche, queso de hoja, bizcochos.
En la ubicación de la línea equinoccial o Ecuatorial también se encuentra uno de los lugares turísticos bellos que tiene la ciudad de Cayambe.
Lugares para visitar: Puntiatzil, Hacienda Guachalá, La Bola, El nevado, Las lagunas de San Marcos, Castillo de Guachalá, Las Cabañas de Nápoles, etc.
Fiestas de San Pedro y del Sol en la Mitad del Mundo
Estas festividades son el resultado de la castellanización y cristianización, impuesta por los españoles a los pueblos indígenas, quienes desde las distintas comunidades del sector bajan al centro de la población, luciendo sus mejores disfraces, bailando, cantando y gritando al son de las flautas,
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pirotécnicos, con retretas, toros populares, desfiles, corridas de luces, ramas de gallos y verbenas, actividades que se prolongan hasta agosto con las “octavas de Juan Montalvo”.
bocinas y tundas. En antaño las comunas que llegaban primero eran las dueñas absolutas de la Plaza Mayor. Como todos querían ser primeros, forzosamente “la entrada y toma de la plaza”, terminaban en verdaderas batallas, en las cuales además de sus instrumentos musicales utilizaban piedras y garrotes, dejando como saldo varios muertos y heridos.
En la actualidad estas fiestas se desarrollan en el mes de junio especialmente el día 29 en forma organizada con la inclusión de varias manifestaciones culturales de tipo popular, mismas que por su colorido y vistosidad son muy apreciadas por los turistas nacionales y extranjeros.
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Los personajes principales que engalanan estas festividades son el aruchico, la chinuca y el diabluma quienes cantan las coplas y bailan al son de las guitarras, rondines y flautas, manifestaciones que convierten a estas tradiciones en un escenario multicolor que se complementan con los fuegos pirotécnicos, retretas, toros populares, desfiles, corridas de luces, ramas de gallos y verbenas.
La fiesta del sol en la Mitad del Mundo "Para que se hizo la vida no siendo para gozar Para que se hizo San Pedro no siendo para bailar" "A bailar añango octava llegan el viento y el sol. Tapen huecos, cobren diezmos y canten coplas de amor"
Junio tiene una significación especial. A todo lo largo de los Andes ecuatorianos, peruanos y bolivianos se celebra el solsticio de verano. Es la iniciación del período de cosechas que trae
consigo una ruptura del tiempo y del quehacer cotidiano para dar lugar a un conjunto de manifestaciones rituales y festivas.
En junio muchos lugares de la sierra ecuatoriana se visten de colores, en las comunidades del norte de la provincia de Pichincha -cantones Cayambe y Pedro Moncayo- así como en la provincia de Imbabura se celebran las festividades de San Juan y San Pedro, en homenaje al dios Sol.
La antigua celebración de San Pedro aflora fresca y jubilosa en Cayambe, un próspero cantón ubicado en la provincia de Pichincha, a 65 kilómetros al norte de Quito. Por el territorio del cantón
atraviesa la Línea Ecuatorial o Equinoccial; esta ubicación astronómica le da a Cayambe el privilegio de ser "El valle del Sol en la Mitad del Mundo", incluido su majestuoso nevado.
Según cuenta la historia, la fiesta grande del sol, celebrada en forma masiva por el pueblo aborigen desde tiempos inmemoriales, se iniciaba con la toma o "ganada" de la plaza. El jolgorio duraba varias semanas, matizada con el canto coral y el vistoso baile de los grupos disfrazados, al compás de la monótona pero dulce, alegre y triste música de los instrumentos andinos.
Los personajes autóctonos más destacados de esta fiesta son de tres clases: los aruchicos, los diablumas y las chinucas. Los demás personajes fueron incorporándose conforme iba suscitándose
el mestizaje social y cultural: los payasos, los chapas, los soldados, las huasicamas, los capariches.
Una de las cosas que más sorprenden a los visitantes que acuden a la fiesta son las coplas sampedrinas recitadas por los bailarines y las llamadas "octavas", famosas por su expresión musical de corte amoroso, filosófico, picaresco y sencillo de la vida campesina. Las "octavas", una palabra puramente castellana, proviene de los antiguos bailes del sol que se prolongaban, cada
ocho días, tras la toma de la plaza, durante los sábados por la noche y los domingos. Esta tradición se ha incentivado y conservado en la jurisdicción de Juan Montalvo, parroquia a la que se la ha bautizado como "tierra de las octavas".